Hace unos meses recibí la llamada de una antigua alumna contándome que su hermana, también exalumna mía, se casaba, y que querían que yo fuera el fotógrafo de su boda. No es la primera vez que me pasa y ojala que no sea la ultima. Este tipo de bodas me encantan. Son de esos clientes que dejan de ser clientes porque tienen una confianza ciega en lo que haces, y confían en ti plenamente. Al fin y al cabo, saben lo que pienso y siento sobre la fotografía, y conocen mi método a la perfección. Todo esto me hace ser mas libre y que un trabajo pase a ser algo extremadamente divertido y emotivo.
Os dejo unas fotos de esta familia joven, divertida y sencilla, hechas en un paseo por la Dehesa Boyal de Sanse una tarde de Domingo. Risas, juegos y esa complicidad que te dan los años de pareja y un tesoro en común...Daniel.
Alejandro Almeida.